3/8/08

El hombre: Rey de la Creación

El hombre (me refiero al ser humano) se ha considerado por siglos el "Rey de la Creación". Siempre ha sido el centro de todo. Siempre ha considerado que tiene poder sobre todo. Siempre ha querido controlar todo. Aquí las malas noticias para el hombre: El rey de la creación es Dios y punto. Él es el centro de todo, tiene poder sobre todo y controla todo. Quiero dejar bien en claro cuál es mi posición respecto a mis creencias religiosas antes de continuar para que no se malinterprete algunos comentarios que pueden parecer, a primera impresión, que van en contra de la religión.

Al ser el centro de todo, el hombre piensa que todo gira en torno a él y que todo se hizo para él. En una familia, el hombre (esta vez sí me refiero al sexo masculino) es el “Rey de la Casa” (Quiérase o no, aún vivimos en una sociedad machista, por lo que hay que aceptar serenamente esta afirmación). Si vamos progresivamente de lo “micro” a lo “macro” seguimos viendo el mismo patrón. Los que gobernaban las ciudades de antaño también querían tener el poder de todo cuanto le rodeaban, hasta de tierras lejanas, de ahí los grandes reinos e imperios. La historia nos enseña que no faltaron incluso los que querían tener el poder sobre todo el planeta. Y ahora, el hombre (esta vez me refiero a la humanidad) quiere tener el poder de todo el universo y obviamente, para poder tenerlo, debe estar en el centro del mismo.

Pero el hombre, actualmente, no es el rey de la casa puesto que las decisiones son tomadas en conjunto con la esposa. Es decir, la vida familiar no depende ya de una sola persona. Ambos tienen las mismas facultades. Un país lo gobierna un presidente, pero también existe un congreso. Tampoco las decisiones a nivel país las toma una sola persona. A nivel planeta, existe la organización de las “Naciones Unidas”. ¿Y a nivel Universo? ¿Se creará en el futuro algún “Consejo Intergaláctico”. Suena a ciencia-ficción. Pero recuérdese que hace algunos años los viajes al espacio eran ciencia-ficción, así como lo era el volar o viajar a más de 34 kilómetros por hora.

Y suponiendo que se forme dicho consejo, aquí otra gran desilusión para la humanidad. Lo más probable es que la sede principal no se encuentre en nuestro planeta. ¿La razón? No estamos el centro del universo (ni estamos lo suficientemente desarrollados para ser tal sede).

¿Qué? ¿No estamos en el centro? Para los incrédulos, en la siguiente semana: la demostración.

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